Querido
blog dos puntos
Zarpamos
hace ya una semana y no hay puerto a la vista. Buena señal. Seguiremos navegando. Dicen
algunos que uno termina desnudo este viaje. Vaya uno a saber. Pero ocurre, se
me ocurre, que no lo empezamos desnudos. Digo, quiero decir, que hay miles de
voces que nos pueblan desde el comienzo mismo, desde siempre. En mi caso hay
algunas inevitables, y quisiera ir dejándolas en lugares visibles de este barco
para que acaricien también a los navegantes que se suban a él o que pasen
cerca. Son, esta vez, las voces de dos tipos que le hacen bien a nuestra lengua,
que la llenan de ecos, de sonoridades, de alegría. Uno se llama Gonzalo Rojas y
dicen que empezó su viaje al otro lado de los Andes; el otro, Juan Gelman, lo
empezó de este lado. Ambos siguen conmigo y con todos los que habitamos este
idioma.
Mortal
Del aire
soy, del aire, como todo mortal,
del gran vuelo terrible y estoy aquí de paso a las estrellas,
pero vuelvo a decirte que los hombres estamos ya tan cerca los unos de los otros,
que sería un error, si el estallido mismo es un error,
que sería un error el que no nos amáramos.
del gran vuelo terrible y estoy aquí de paso a las estrellas,
pero vuelvo a decirte que los hombres estamos ya tan cerca los unos de los otros,
que sería un error, si el estallido mismo es un error,
que sería un error el que no nos amáramos.
Gonzalo Rojas
Mi Buenos
Aires querido
Sentado al borde de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay
que atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
Ni
a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.
Juan Gelman
1 comentario:
Entre el olvido y los recuerdos, uno escribe. a pesar de las penas.
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